Finger food, significa “comida que se come con los dedos”. La filosofía del finger food es el regreso al verdadero contacto con la comida, con un toque súper vanguardista, combinando lo elegante con lo casual, lo gourmet y lo práctico, lo delicado y lo divertido.
La gracia de este formato en miniatura es que ganas en diferentes sentidos. En primer lugar, ahorras tiempo y energía, ya que la cocción es mucho más corta que si preparas un asado al horno o un guisado, etc. En segundo lugar, con estos bocadillos podes preparar platos súper saludables, bajos en calorías y ricos en verduras, sin que sean aburridos y desabridos en el paladar. A los niños les encantará esta divertida forma de comer y ni siquiera se darán cuenta de que se están engullendo las verduras que poco gustan.
Para probar el finger food lo primero que debes hacer es, guardar los cubiertos, y segundo, abrirte al estilo buffet. La clave del finger food son los delicados bocadillos dulces, salados o agridulces, que se combinan de infinitas maneras.
En el finger food se presentan los ingredientes de un plato de modo que todos los sabores se concentren en un solo bocado. La idea es que este pueda ser fácilmente tomado con los dedos y llevado a la boca, sin mayores complicaciones.
Para probar el finger food lo primero que debes hacer es, guardar los cubiertos, y segundo, abrirte al estilo buffet. La clave del finger food son los delicados bocadillos dulces, salados o agridulces, que se combinan de infinitas maneras.
En el finger food se presentan los ingredientes de un plato de modo que todos los sabores se concentren en un solo bocado. La idea es que este pueda ser fácilmente tomado con los dedos y llevado a la boca, sin mayores complicaciones.
Un ejemplo de bocadillo súper sencillo, es cocer unas papas y partirlas en la mitad de forma horizontal, para luego montarle encima a cada mitad un sofrito de cebolla y tocino, con una rodaja de queso arriba, las horneas unos minutos para que se funda el queso y listo, una receta típica se convierte en un bocado divertido y vanguardista.
Otra buena idea es hacer una tortilla, tartaleta o quiche de arroz, de zanahorias, de espinacas o de lo que prefieras, y en lugar de cortarla en los clásicos triángulos, la cortas en cuadritos individuales y le añades encima un rollito de Carpaccio de salmón, una lonja de jamón y queso parmesano, atún, o simplemente lo que tengas en casa o se acomode al presupuesto que tengas.
Lo único que siempre debes recordar es que en el finger food lo importante es la diversidad te texturas, sabores y presentaciones. Eso sí, tene cuidado con la mezcla excesiva de sabores. Para evitar combinaciones poco asertivas, limítate máximo a tres ingredientes por bocado. Y así puedes crear increíbles recetas.
Fuentes: Pretenciosas.com, FabulousFingerFood.com.au
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