Algunos regalos no suelen ser muy acertados, al menos para el gusto de quien los recibe. Y entonces surge la pregunta: ¿Qué hacer con esos regalos?
Que hay regalos se pueden considerar que son de “compromiso”, hechos para cumplir y que no suelen tener una carga emocional o personal muy marcada. Pero, en cambio, hay otros, hechos con el corazón, con sentimiento, con cariño; la persona que lo regala ha puesto de su parte el mayor esfuerzo por agradar y acertar.
Que hay regalos se pueden considerar que son de “compromiso”, hechos para cumplir y que no suelen tener una carga emocional o personal muy marcada. Pero, en cambio, hay otros, hechos con el corazón, con sentimiento, con cariño; la persona que lo regala ha puesto de su parte el mayor esfuerzo por agradar y acertar.
Regalos de compromiso.
Las personas con una vida social intensa suelen tener muchos compromisos, y muchos de estos compromisos suelen llevar consigo los llamados regalos de compromiso. Salvo que lleve un exhaustivo control de todas sus amistades lo mejor es guardarlos, regalarlos a una organización benéfica, pero nunca "ponerlo en circulación" regalándolo a otro amigo o conocido, pues seguramente acabará llegando al conocimiento de la persona que se lo ha regalado.
Regalos de corazón.
En general, muchas personas se vuelcan con este tipo de regalos poniendo algo más que dinero para adquirir estos regalos: ponen su corazón.
Si por mucho esfuerzo que hayan puesto sus amigos o familiares no han dado en el clavo con el regalo, lo mejor es guardarlo. Por nada del mundo, lo regale a otra persona o lo done a una asociación de caridad. No hiera de esa manera los sentimientos de sus amigos o familiares, Si no es mucha molestia para usted lo mejor que puede hacer es guardarlo, y si puede o quiere, sacarlo cuando sepa que vienen a visitarle. En último caso, puede cambiarlo e indicarle a su amigo o familiar las ventajas de este cambio, sin hacer en ningún momento referencia a que no le ha gustado. No debe olvidar, que sea el regalo que sea (bien de los llamados de compromiso o de corazón) siempre debe mostrar su mejor cara y su mejor sonrisa. Una simple sonrisa y una frase amable en ese momento, serán suficientes para pasar el momento.
Recuerde que antes de hacer un regalo es bueno informarse sobre los gustos del destinatario, si no los conoce. Lo mejor es informarse en su entorno más cercano, amigos y familiares, siempre con una gran discreción para que el interesado no sepa nada. Cuando haga un regalo no piense en usted, en lo que a usted le gusta, sino en lo que le gusta al destinatario. Si no puede tener información, medianamente precisa sobre los gustos del destinatario, piense en regalos típicos o neutros que suelen servir para quedar bien.
No debemos olvidar que la persona que hace un regalo también debe ser comprensiva, y debe entender que puede ser que el regalo no guste y el destinatario opte por cambiarlo o tenerlo recogido. No debe enfadarse por ello o tomarlo a mal.
Fuentes: Protocolo.Org, mois.marianistas.org
0 comentarios:
Publicar un comentario